
La Esperanza vivió anoche, sábado 26 de julio, su tradicional baile de magos “La manta esperancera”, denominado así en honor a la seña de identidad de El Rosario. Alrededor de tres mil personas, según estimaciones de la Policía Local, acudieron a una de las citas más esperadas de las fiestas en honor de Nuestra Señora de La Esperanza, que se desarrolló en una noche espectacular con una climatología acorde para el acto. Con el ya habitual recinto acotado a las plazas del Adelantado y del Ayuntamiento y la necesidad de que los magos y magas fueran correctamente ataviados para poder acceder, desde el Gobierno local se continúa poniendo el acento en la necesidad fomentar el respeto a la vestimenta tradicional.
Como cada año, el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, así como el resto de la Corporación municipal, disfrutaron, junto al resto de vecinos y vecinas, de una noche en la que la gastronomía tradicional canaria fue santo y seña. En la mesa se dejaron ver papas negras de Montaña Coronado, piñas de Zamorano, costillas en su punto de la empresa Egatesa, mojos y vino del país. Un ejemplo más de las exquisitas viandas que hicieron las delicias de magos y magas en cada una de las mesas dispuestas en el recinto.
Caracterizado por las ganas de pasarlo bien y el ambiente familiar entre las más de doscientas mesas dispuestas en ambas plazas, esta edición contó con las actuaciones de la agrupación folclórica Amigos de La Esperanza; la Asociación Folclórica y Cultural Idayra, la Asociación Musical En cuerda y voz, las parrandas Bentahod y El Golpito, las orquestas Los Ideales y Wamanpy y los solistas David Pérez y Jhony de la Maquinaria Band, quienes vinieron a sustituir al inicialmente previsto Pepe Benavente, ausente por razones ajenas a la organización y con el que la Comisión de Fiestas espera contar en próximas ocasiones.